15 Y Moisés respondió a su suegro: Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios.
16 Cuando tienen asuntos, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y les declaro los estatutos de Dios y sus leyes.
17 Entonces el suegro de Moisés le dijo: Lo que haces no está bien.
18 Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo, porque la tarea es demasiado pesada para ti; no podrás hacerlo tú solo.
19 Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Representa tú al pueblo delante de Dios, y somete los asuntos a Dios.
20 Y enseña a ellos los estatutos y las leyes, y muéstrales el camino por el cual deben andar y lo que han de hacer.
21 Además, busca tú de entre todo el pueblo hombres de virtud, temerosos de Dios, hombres verídicos que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo como jefes de millares, jefes de centenas, jefes de cincuenta y jefes de diez.