18 No ofrecerás con pan leudado la sangre de mi sacrificio, ni la grasa de mi ofrenda quedará de la noche hasta la mañana.
19 Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Jehová tu Dios. No guisarás el cabrito en la leche de su madre.
20 He aquí yo envío un ángel delante de ti para que te guarde en el camino y te lleve al lugar que yo he preparado.
21 Guárdate delante de él y oye su voz; no le seas rebelde, porque él no perdonará vuestra rebelión, pues mi nombre está en él.
22 Pero si en verdad oyes su voz, y haces todo lo que yo te diga, seré enemigo de tus enemigos y adversario de tus adversarios.
23 Porque mi ángel irá delante de ti y te llevará al amorreo, y al heteo, y al ferezeo, y al cananeo, y al heveo y al jebuseo, a los cuales yo destruiré.
24 No te inclinarás a sus dioses ni los servirás, ni harás como ellos hacen; sino que los derribarás del todo y despedazarás enteramente sus estatuas.