15 Y cuando faltó el agua del odre, puso al muchacho debajo de un arbusto;
16 y fue y se sentó enfrente, alejándose como a un tiro de arco, porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y se sentó enfrente, y alzó su voz y lloró.
17 Y oyó Dios la voz del muchacho, y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está.
18 Levántate, alza al muchacho y sostenle de la mano, porque haré de él una gran nación.
19 Entonces le abrió Dios los ojos, y vio un pozo de agua; y fue y llenó el odre de agua y dio de beber al muchacho.
20 Y Dios estaba con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto y fue tirador de arco.
21 Y habitó en el desierto de Parán, y su madre le tomó esposa de la tierra de Egipto.