7 Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su esposa, y él respondió: Es mi hermana, porque tuvo miedo de decir: Es mi esposa; no sea que, pensó, los hombres del lugar me maten por causa de Rebeca, porque ella era de hermoso aspecto.
8 Y sucedió que, después que él estuvo allí muchos días, Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, vio a Isaac que acariciaba a Rebeca, su esposa.
9 Y llamó Abimelec a Isaac y le dijo: He aquí ella es de cierto tu esposa. ¿Cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque me dije: Quizá moriré por causa de ella.
10 Y Abimelec dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera dormido alguno del pueblo con tu esposa, y hubieras traído sobre nosotros el pecado.
11 Entonces Abimelec mandó a todo el pueblo, diciendo: El que tocare a este hombre o a su esposa de cierto morirá.
12 Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová.
13 Y el hombre se engrandeció y fue prosperando y engrandeciéndose hasta hacerse muy poderoso.