2 Oíd las palabras de este convenio, y hablad a todo hombre de Judá y a los moradores de Jerusalén.
3 Y tú les dirás: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Maldito el hombre que no obedezca las palabras de este convenio,
4 el cual mandé a vuestros padres el día en que los saqué de la tierra de Egipto, del horno de hierro, diciéndoles: Escuchad mi voz y cumplid mis palabras conforme a todo lo que os mando, y seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios;
5 para que confirme el juramento que juré a vuestros padres, que les daría la tierra que fluye leche y miel, como en este día. Y respondí y dije: Amén, oh Jehová.
6 Y Jehová me dijo: Proclama todas estas palabras en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, diciendo: Oíd las palabras de este convenio y ponedlas por obra.
7 Porque solemnemente advertí a vuestros padres el día en que los hice subir de la tierra de Egipto hasta el día de hoy, madrugando y advirtiendo, diciendo: Escuchad mi voz.
8 Pero no escucharon ni inclinaron su oído, sino que anduvo cada uno tras la imaginación de su malvado corazón; por tanto, traeré sobre ellos todas las palabras de este convenio, el cual mandé que cumpliesen, y no lo cumplieron.