7 No partirán pan por ellos en el duelo, para consolarlos por sus muertos, ni les darán de beber la copa de consolación por su padre o por su madre.
8 Asimismo, no entres en casa de banquete, para sentarte con ellos a comer o a beber.
9 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo haré cesar en este lugar, delante de vuestros ojos y en vuestros días, toda voz de gozo y toda voz de alegría, toda voz de novio y toda voz de novia.
10 Y acontecerá que cuando anuncies a este pueblo todas estas cosas, te dirán ellos: ¿Por qué ha anunciado Jehová contra nosotros todo este mal tan grande? ¿Qué maldad es la nuestra?, o ¿qué pecado es el nuestro que hemos cometido contra Jehová, nuestro Dios?
11 Entonces les dirás: Porque vuestros padres me abandonaron, dice Jehová, y anduvieron en pos de dioses ajenos, y los sirvieron, y se postraron ante ellos, y me abandonaron a mí y no guardaron mi ley.
12 Y vosotros habéis hecho peor que vuestros padres, porque he aquí que cada uno de vosotros camina tras la imaginación de su malvado corazón, no escuchándome a mí.
13 Por tanto, yo os arrojaré de esta tierra a una tierra que ni vosotros ni vuestros padres habéis conocido, y allá serviréis a dioses ajenos de día y de noche, pues no os mostraré clemencia.