16 Pero yo no me he apresurado en dejar de ser tu pastor ni he deseado el día de la calamidad, tú lo sabes. Lo que de mi boca ha salido fue en tu presencia.
17 No seas terror para mí, pues mi refugio eres tú en el día del mal.
18 Avergüéncense los que me persiguen, y no me avergüence yo; atemorícense ellos, y no me atemorice yo; trae sobre ellos el día del mal y quebrántalos con doble quebranto.
19 Así me ha dicho Jehová: Ve y ponte en la puerta de los hijos del pueblo, por la cual entran y salen los reyes de Judá, y en todas las puertas de Jerusalén,
20 y diles: Oíd la palabra de Jehová, reyes de Judá, y todo Judá y todos los moradores de Jerusalén que entráis por estas puertas.
21 Así ha dicho Jehová: Guardaos por vuestra vida y no llevéis carga en el día de reposo para meterla por las puertas de Jerusalén.
22 No saquéis carga de vuestras casas en el día de reposo ni hagáis trabajo alguno, sino santificad el día de reposo, como mandé a vuestros padres.