16 Él juzgó la causa del afligido y del menesteroso, y entonces le fue bien. ¿No es esto conocerme a mí?, dice Jehová.
17 Mas tus ojos y tu corazón no son sino para tu avaricia, y para derramar sangre inocente, y para opresión y para hacer agravio.
18 Por tanto, así ha dicho Jehová acerca de Joacim hijo de Josías, rey de Judá: No lo llorarán, diciendo: ¡Ay, hermano mío!, o: ¡Ay, hermana!, ni lo lamentarán, diciendo: ¡Ay, señor! ¡Ay, su grandeza!
19 En sepultura de asno será enterrado, arrastrándole y echándole fuera de las puertas de Jerusalén.
20 Sube al Líbano y clama, y en Basán alza tu voz y grita desde Abarim, porque todos tus amantes son destruidos.
21 Te he hablado en tu prosperidad, mas dijiste: No escucharé. Éste fue tu camino desde tu juventud; nunca escuchaste mi voz.
22 A todos tus pastores arrasará el viento, y tus amantes irán al cautiverio; entonces serás avergonzada y humillada a causa de toda tu maldad.