3 Porque así dice Jehová a todo hombre de Judá y de Jerusalén: Arad campo para vosotros y no sembréis entre espinos.
4 Circuncidaos para Jehová y quitad el prepucio de vuestro corazón, hombres de Judá y moradores de Jerusalén, no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien la apague, por la maldad de vuestras obras.
5 Anunciad en Judá, y proclamad en Jerusalén y decid: Tocad trompeta en la tierra. Pregonad y decid: Reuníos, y entremos en las ciudades fortificadas.
6 Alzad bandera hacia Sión, buscad refugio, no os detengáis, porque yo hago venir del norte mal y quebrantamiento grande.
7 El león sube de la espesura, el destructor de naciones está en marcha; ha salido de su lugar para poner tu tierra en desolación; tus ciudades quedarán asoladas y sin morador.
8 Por esto vestíos de cilicio, lamentaos y aullad, porque la ardiente ira de Jehová no se ha apartado de nosotros.
9 Y acontecerá en aquel día, dice Jehová, que desfallecerá el corazón del rey y el corazón de los príncipes; y los sacerdotes estarán atónitos, y se consternarán los profetas.