27 He aquí que yo vigilo sobre ellos para mal y no para bien; y todos los hombres de Judá que están en la tierra de Egipto serán consumidos por la espada y por el hambre, hasta que perezcan del todo.
28 Y los que escapen de la espada volverán de la tierra de Egipto a la tierra de Judá, pocos hombres en número. Y todo el remanente de Judá que ha entrado en la tierra de Egipto a morar allí sabrá de quién es la palabra que ha de permanecer: si la mía o la suya.
29 Y esto tendréis por señal, dice Jehová, de que en este lugar os castigaré, para que sepáis que ciertamente permanecerán mis palabras para mal sobre vosotros.
30 Así ha dicho Jehová: He aquí que yo entrego a Faraón Hofra, rey de Egipto, en manos de sus enemigos y en manos de los que buscan su vida, como entregué a Sedequías, rey de Judá, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su enemigo que buscaba su vida.