7 No así con mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa.
8 Cara a cara hablaré con él, y claramente y no con enigmas; y verá la imagen de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?
9 Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; y él se fue.
10 Y cuando la nube se apartó del tabernáculo, he aquí que María estaba leprosa, blanca como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa.
11 Y dijo Aarón a Moisés: ¡Ah! señor mío, no pongas ahora sobre nosotros este pecado, porque locamente lo hemos hecho y hemos pecado.
12 No sea ella ahora como el que sale muerto del vientre de su madre, consumida la mitad de su carne.
13 Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora.