4 Y tomará el sacerdote Eleazar de la sangre con su dedo, y rociará siete veces hacia la parte delantera del tabernáculo de reunión con la sangre de ella;
5 y hará quemar la vaca ante sus ojos; hará quemar su cuero y su carne y su sangre, con su estiércol.
6 Luego tomará el sacerdote madera de cedro, e hisopo y escarlata, y los echará en medio del fuego en que arde la vaca.
7 El sacerdote lavará luego sus vestidos; lavará también su cuerpo con agua, y después entrará en el campamento; y será impuro el sacerdote hasta el atardecer.
8 Asimismo el que la quemó lavará sus vestidos en agua; también lavará en agua su cuerpo, y será impuro hasta el atardecer.
9 Y un hombre que esté limpio recogerá las cenizas de la vaca, y las pondrá fuera del campamento en un lugar limpio, y las guardará la congregación de los hijos de Israel para el agua de la purificación; es para limpiar el pecado.
10 Y el que recoja las cenizas de la vaca lavará sus vestidos, y será impuro hasta el atardecer; y esto será para los hijos de Israel y para el extranjero que peregrine entre ellos, por estatuto perpetuo.