9 Porque desde la cumbre de las peñas lo veré, y desde los collados lo miraré; he aquí un pueblo que habitará aparte, y no será contado entre las naciones.
10 ¿Quién contará el polvo de Jacob, o el número de la cuarta parte de Israel? ¡Muera yo la muerte de los rectos, y sea mi fin como el suyo!
11 Entonces Balac dijo a Balaam: ¿Qué me has hecho? Te he traído para que maldigas a mis enemigos, y he aquí, ¡los has colmado de bendiciones!
12 Y él respondió y dijo: ¿No debo yo tener cuidado de decir lo que Jehová ponga en mi boca?
13 Y dijo Balac: Te ruego que vengas conmigo a otro lugar desde el cual los veas; solamente verás la última parte, y no los verás a todos; y desde allí me los maldecirás.
14 Y lo llevó al campo de Zofim, a la cumbre del Pisga, y edificó siete altares y ofreció un becerro y un carnero en cada altar.
15 Entonces él dijo a Balac: Ponte aquí junto a tu holocausto, y yo iré a encontrarme con Dios allí.