6 Y habitará en Asdod un bastardo, y yo talaré la soberbia de los filisteos;
7 y quitaré la sangre de su boca y sus abominaciones de entre sus dientes, y el que quede será un remanente para nuestro Dios, y será como gobernante en Judá, y Ecrón será como el jebuseo.
8 Y yo acamparé junto a mi casa como guardia, a causa del que va y del que viene; y no pasará más sobre ellos el opresor, porque ahora he visto con mis propios ojos.
9 Alégrate mucho, oh hija de Sión; da voces de júbilo, oh hija de Jerusalén; he aquí, tu rey viene a ti, justo y trayendo salvación, humilde y montado sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.
10 Y destruiré el carro de Efraín y el caballo de Jerusalén, y el arco de guerra será destruido; y hablará paz a las naciones; y su señorío será de mar a mar, y desde el Río hasta los confines de la tierra.
11 Y en cuanto a ti, por la sangre de tu convenio yo he sacado a tus presos del foso en el que no hay agua.
12 Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de la esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble.