1 Así que tú, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.
2 Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.
3 Tú, pues, soporta las aflicciones como fiel soldado de Jesucristo.
4 Ninguno que milita se enreda en los asuntos de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó para ser soldado.
5 Y el que compite no es coronado si no compite legítimamente.