1 Yo, pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que habéis sido llamados,
2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor;
3 solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
4 Un cuerpo, y un Espíritu; como fuisteis también llamados a una misma esperanza de vuestra vocación;