21 Entonces Pedro, descendiendo a donde estaban los hombres que fueron enviados por Cornelio, dijo: Heme aquí, yo soy el que buscáis. ¿Cuál es la causa por la que habéis venido?
22 Y ellos dijeron: Cornelio, el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que goza de buena fama entre toda la nación de los judíos, ha recibido aviso de un santo ángel de hacerte venir a su casa y oír tus palabras.
23 Entonces, haciéndolos pasar, los hospedó. Y al día siguiente, levantándose, se fue con ellos; y le acompañaron algunos de los hermanos de Jope.
24 Y al otro día entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo llamado a sus parientes y a los amigos más íntimos.
25 Y cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle; y postrándose a sus pies, le adoró.
26 Pero Pedro le levantó, diciendo: ¡Levántate! Yo mismo también soy hombre.
27 Y hablando con él, entró y halló a muchos que se habían reunido.