9 Éste oyó hablar a Pablo, el que, cuando fijó los ojos en él y vio que tenía fe para ser sanado,
10 dijo a gran voz: ¡Levántate derecho sobre tus pies! Y él saltó y anduvo.
11 Entonces la gente, al ver lo que Pablo había hecho, alzó la voz, diciendo en lengua licaónica: ¡Dioses semejantes a hombres han descendido a nosotros!
12 Y a Bernabé llamaban Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque éste era el que llevaba la palabra.
13 Y el sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba delante de la ciudad de ellos, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas, y juntamente con la muchedumbre, quería ofrecer sacrificios.
14 Y cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas y se lanzaron entre el gentío, dando voces,
15 diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, y el mar y todo lo que en ellos hay.