4 Y cuando pasaban por las ciudades, les entregaban los decretos que habían sido determinados por los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén, para que los observasen.
5 Así que las iglesias eran confirmadas en la fe y aumentaban en número cada día.
6 Y atravesando a Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia.
7 Y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia; pero el Espíritu no se lo permitió.
8 Entonces pasando junto a Misia, descendieron a Troas.
9 Y de noche se le mostró a Pablo una visión: Un varón macedonio estaba de pie, rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos.
10 Y después que vio la visión, en seguida procuramos partir hacia Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio.