7 Y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia; pero el Espíritu no se lo permitió.
8 Entonces pasando junto a Misia, descendieron a Troas.
9 Y de noche se le mostró a Pablo una visión: Un varón macedonio estaba de pie, rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos.
10 Y después que vio la visión, en seguida procuramos partir hacia Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio.
11 Zarpando, pues, de Troas, navegamos directamente a Samotracia, y el día siguiente a Neápolis;
12 y de allí a Filipos, que es la ciudad principal de esa parte de Macedonia y una colonia; y estuvimos en aquella ciudad algunos días.
13 Y un día de reposo salimos fuera de la puerta, junto al río, donde se solía orar; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido.