10 sea notorio a todos vosotros y a todo el pueblo de Israel que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano.
11 Este Jesús es la piedra rechazada por vosotros los edificadores, la cual ha llegado a ser cabeza del ángulo.
12 Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
13 Entonces viendo la osadía de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras e ignorantes, se maravillaban; y los reconocían como los que habían estado con Jesús.
14 Y viendo al hombre que había sido sanado, que estaba de pie con ellos, no podían decir nada en contra.
15 Entonces les mandaron que saliesen fuera del concilio; y deliberaban entre sí,
16 diciendo: ¿Qué vamos a hacer con estos hombres? Porque de cierto, milagro manifiesto ha sido hecho por ellos, notorio a todos los que moran en Jerusalén, y no lo podemos negar.