22 Pero Saulo mucho más se fortalecía y confundía a los judíos que moraban en Damasco, demostrando que Jesús es el Cristo.
23 Y pasados muchos días, los judíos decidieron en consejo matarle;
24 pero sus asechanzas fueron conocidas por Saulo. Y ellos vigilaban las puertas de día y de noche para matarle.
25 Entonces los discípulos, tomándole de noche, le bajaron por el muro, descolgándole en una canasta.
26 Y cuando llegó a Jerusalén, intentaba reunirse con los discípulos; pero todos le tenían miedo, no creyendo que fuese discípulo.
27 Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles y les contó cómo Saulo había visto al Señor en el camino, que le había hablado, y cómo en Damasco había hablado osadamente en el nombre de Jesús.
28 Y entraba y salía con ellos en Jerusalén,