1 Y dos días después era la Pascua y los días de los panes sin levadura; y los principales sacerdotes y los escribas buscaban cómo arrestarle con engaño y matarle.
2 Y decían: No en el día de la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo.
3 Y estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer que tenía un frasco de alabastro de perfume de nardo puro de mucho precio; y quebrando el frasco, lo derramó sobre la cabeza de él.
4 Entonces hubo algunos que se enojaron dentro de sí y dijeron: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume?
5 Porque podía haberse vendido por más de trescientos denarios y haberse dado a los pobres. Y murmuraban contra ella.
6 Pero Jesús dijo: Dejadla, ¿por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho;
7 porque siempre tendréis a los pobres con vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien; mas a mí no siempre me tendréis.