38 Y le respondió Juan, diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue, y se lo prohibimos, porque no nos sigue.
39 Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis, porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre que luego pueda decir mal de mí.
40 Porque el que no está contra nosotros, por nosotros está.
41 Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.
42 Y a cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera que se le atase una piedra de molino al cuello y que fuera echado al mar.
43 Y si tu mano te hiciere tropezar, córtala; mejor te es entrar manco en la vida, que teniendo dos manos, ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado,
44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.