7 Si tú, postrado, me adoras, todos serán tuyos.
8 Respondiendo Jesús, le dijo:—Vete de mí, Satanás, porque escrito está: “Al Señor tu Dios adorarás y solo a él servirás.”
9 Entonces lo llevó a Jerusalén, lo puso sobre el pináculo del Templo y le dijo:—Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo,
10 pues escrito está: “A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden”,
11 y “En las manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra.”
12 Respondiendo Jesús, le dijo:—Dicho está: “No tentarás al Señor tu Dios.”
13 Cuando acabó toda tentación el diablo, se apartó de él por un tiempo.