2 ¡Recibe mi oración como ofrenda de incienso,y mis manos levantadas como ofrenda de la tarde!
3 Señor, pon un vigilante en mi boca;¡ponle un sello a mis labios!
4 No dejes que mi corazón caiga en la maldad,ni me dejes cometer actos inicuos,ni que me junte con los malvadosy participe en banquetes de malhechores.
5 Que el hombre honrado me castigue,será un acto de misericordia,pero no quiero que sobre mi cabezase derrame el perfume de los malvados.En mis oraciones pido sin cesarque reprendas sus malas acciones,
6 que sus gobernantes sean despeñados,y que hagan caso de la verdad de mis palabras.
7 Nuestros huesos se dispersana la orilla del sepulcrocomo se dispersa la tierratras los surcos que deja el arado.
8 Por eso, Señor y Dios, mis ojos te buscan.En ti confío. ¡No me desampares!