1 Te alabo, Señor, porque me has salvado;porque no dejaste que mis enemigosse burlaran de mí.
2 Mi Señor y Dios,te pedí ayuda, y tú me sanaste;
3 tú, Señor, me devolviste la vida;¡me libraste de caer en el sepulcro!
4 Ustedes, pueblo fiel del Señor,¡canten salmos y alaben su santo nombre!
5 Su enojo dura sólo un momento,pero su bondad dura toda la vida.Tal vez lloremos durante la noche,pero en la mañana saltaremos de alegría.
6 En mi prosperidad llegué a pensarque nunca conocería la derrota.
7 Y es que tú, Señor, con tu bondad,me mantenías firme como un baluarte.Pero me diste la espalda, y quedé aterrado.
8 A ti, Señor, seguiré clamando,y jamás dejaré de suplicarte.
9 ¿Qué ganas con que yo muera,con que baje yo al sepulcro?¿Acaso el polvo podrá alabarte?¿Acaso el polvo proclamará tu verdad?
10 ¡Escúchame, Señor, y tenme compasión!¡Nunca dejes, Señor, de ayudarme!
11 Tú cambias mis lágrimas en danza;me quitas la tristeza y me rodeas de alegría,
12 para que cante salmos a tu gloria.Señor, mi Dios: ¡no puedo quedarme callado!¡siempre te daré gracias!