2 Tú eres mi castillo de misericordia,mi fortaleza, mi libertador;eres mi escudo, y en ti me refugio;¡tú haces que los pueblos se sometan a mí!
3 Señor, ¿qué son los mortalespara que te preocupes por ellos?¿Qué son los seres humanospara que los tomes en cuenta?
4 Los mortales son una ilusión pasajera;su vida pasa como una sombra.
5 Señor, inclina los cielos y desciende;toca los montes y hazlos humear.
6 Dispersa con tus relámpagos a mis enemigos,lanza contra ellos tus dardos de fuego, y confúndelos;
7 extiende tu mano desde las alturas,y rescátame del mar, porque me ahogo;líbrame del poder de esos extraños
8 cuya boca dice cosas sin sentidoy cuyo poder es un poder falso.