36 Me pusiste sobre un terreno espacioso,para que mis pies no resbalaran,
37 y así pude perseguir y alcanzar a mis adversarios;¡no volví hasta haberlos exterminado!
38 Los herí, y ya no se levantaron;¡quedaron tendidos debajo de mis pies!
39 Tú me infundiste fuerzas para la batalla,para vencer y humillar a mis adversarios.
40 Tú los hiciste ponerse en retirada,y así acabé con los que me odiaban.
41 Clamaron a ti, Señor, pero no los atendiste;¡no hubo nadie que los ayudara!
42 Los hice polvo, y los arrastró el viento;¡los pisoteé como al lodo en las calles!