11 Con ellos, Señor, amonestas a tu siervo,y recompensas grandemente a quien los cumple.
12 ¿Acaso hay quien reconozca sus propios errores?¡Perdóname por los que no puedo recordar!
13 ¡No permitas que la soberbiadomine a este siervo tuyo!¡Líbrame de cometer grandes pecados,y nadie podrá entonces culparme de nada!
14 Tú, Señor, eres mi roca y mi redentor;¡agrádate de mis palabras y de mis pensamientos!