22 Pero tú, Señor, eres testigo;¡no te quedes callado, ni te alejes de mí!
23 ¡Señor, levántate a defenderme!¡Dios mío, levántate y hazme justicia!
24 Señor y Dios, ¡júzgame según tu justicia,para que nadie se burle de mí!
25 Que nadie piense en su corazón:«¡Se cumplió nuestro deseo de verlo derrotado!»
26 Que la vergüenza y la confusiónsean para los que buscan mi mal.Que se queden avergonzados y confundidoslos que se engrandecen contra mí.
27 Pero que canten y se alegrenlos que están a mi favor.Que digan siempre: «¡Grande es el Señor,pues se deleita en el bienestar de su siervo!»
28 Con mi lengua proclamaré tu justicia,y a todas horas te alabaré.