10 Tú, Dios misericordioso, vienes a mi encuentropara hacerme ver derrotados a mis enemigos.
11 ¡Pero no los mates, Señor, escudo nuestro,no vaya a ser que mi pueblo se olvide!¡Mejor humíllalos y dispérsalos con tu poder!
12 ¡Hazlos prisioneros de su soberbiaporque pecan en todo lo que dicen,porque sólo profieren maldiciones y mentiras!
13 ¡Destrúyelos con tu furor!¡Destrúyelos, y que dejen de existir!¡Que sepan todos que Dios gobierna en Jacoby hasta los confines de la tierra!
14 Volverán por la noche, ladrando como perros,y rondarán por toda la ciudad.
15 Vagarán por las calles, buscando qué comer,pero no se saciarán, y pasarán la noche aullando.
16 Por mi parte, yo alabaré con salmos tu poder;por la mañana proclamaré tu misericordia,porque tú eres para mí una fortaleza,¡eres mi refugio en momentos de angustia!