64 Sus sacerdotes cayeron a filo de espada,y sus viudas no lamentaron su muerte.
65 Pero el Señor despertó como de un sueño,y gritando como un guerrero que ha tomado vino,
66 hirió a sus enemigos y los puso en fuga;¡los dejó avergonzados para siempre!
67 Desechó los campamentos de José,y no escogió a la tribu de Efraín,
68 sino que prefirió a la tribu de Judáy al monte Sión, que tanto ama.
69 Edificó su santuario semejante a las alturas,y semejante a la tierra, que afirmó para siempre.
70 Eligió a su siervo David,al que tomó de los rebaños de ovejas;