7 si los impíos brotan como la hierba,y todos los inicuos prosperan,es para ser destruidos para siempre.
8 ¡Pero tú, Señor, por siempre estás en las alturas!
9 Bien puedo ver, Señor, a tus enemigos;bien puedo ver que tus enemigos perecerán,¡que todos los malvados serán esparcidos!
10 Pero tú me darás las fuerzas del búfalo,y me ungirás con aceite fresco.
11 Mis ojos verán la derrota de mis enemigos;¡mis oídos oirán los gritos de angustia de mis adversarios!
12 Los justos florecerán como las palmeras;crecerán como los cedros del Líbano.
13 Serán plantados en la casa del Señor,y florecerán en los atrios de nuestro Dios.