1 «Al Músico principal, a Jedutún: Salmo de David» Yo dije: Atenderé a mis caminos, para no pecar con mi lengua: Guardaré mi boca con freno, en tanto que el impío esté delante de mí.
2 Enmudecí con silencio, me callé aun respecto de lo bueno; y se agravó mi dolor.
3 Se enardeció mi corazón dentro de mí; se encendió fuego en mi meditación, y así proferí con mi lengua:
4 Hazme saber, Jehová, mi fin, y cuál sea la medida de mis días; sepa yo cuán frágil soy.
5 He aquí diste a mis días término corto, y mi edad es como nada delante de ti: Ciertamente el hombre, aun en su mejor estado, es completa vanidad. (Selah)
6 Ciertamente en tinieblas anda el hombre; ciertamente en vano se afana; acumula riqueza, y no sabe quién la recogerá.