18 Y aun hasta la vejez y las canas; oh Dios, no me desampares, hasta que muestre tu fortaleza a esta generación, y tu poder a todos los que han de venir.
19 Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso; Tú has hecho grandes cosas. Oh Dios, ¿quién como tú?
20 Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, volverás a darme vida, y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.
21 Aumentarás mi grandeza, y volverás a consolarme.
22 Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio, oh Dios mío: tu verdad cantaré a ti con el arpa, oh Santo de Israel.
23 Mis labios se alegrarán cuando a ti cante, y mi alma, la cual redimiste.
24 Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día; por cuanto fueron avergonzados, porque fueron confundidos los que mi mal procuraban.