1 «Masquil de Asaf» ¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre? ¿Por qué humea tu furor contra las ovejas de tu prado?
2 Acuérdate de tu congregación, que adquiriste de antiguo, la vara de tu heredad, la cual redimiste; este monte de Sión, donde has habitado.
3 Levanta tus pies a los asolamientos eternos; a toda la maldad que el enemigo ha hecho en el santuario.
4 Tus enemigos vociferan en medio de tus asambleas; han puesto sus banderas por señales.
5 Cualquiera se hacía famoso según que había levantado el hacha sobre los gruesos maderos.
6 Y ahora con hachas y martillos han quebrado todas sus entalladuras.