2 Macabeos 10:3-11 TLAD

3 Purificaron el templo y construyeron un nuevo altar. Y como hacía dos años que no presentaban ofrendas a Dios, hicieron fuego frotando dos piedras. Con ese fuego encendieron la leña y quemaron las ofrendas que presentaron ante Dios. También quemaron incienso, encendieron las lámparas y colocaron en la mesa los panes dedicados a él.

4 Después se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente, y le rogaron a Dios que no los volviera a castigar con tantas desgracias. También le pidieron que, si volvían a pecar, los corrigiera con bondad, pero que jamás los volviera a entregar a los extranjeros, pues éstos eran crueles y no respetaban a Dios.

5 La purificación del templo se llevó a cabo el día veinticinco del mes de Quislev, es decir, en la misma fecha en que los extranjeros malvados le habían faltado el respeto al templo adorando a otros dioses.

6-8 Hacía poco tiempo que habían celebrado la fiesta de las enramadas escondidos en las montañas y en las cuevas, como si fueran animales salvajes. Por eso, para celebrar la purificación del templo, durante ocho días hicieron una fiesta muy parecida, en la que todos llevaban en las manos hojas de palmera y ramas verdes adornadas con limones. Era tanta su alegría que cantaban himnos a Dios, por haberles permitido llevar a cabo la purificación del templo, y todo el pueblo judío estuvo de acuerdo en celebrar esta fiesta cada año.

9 Ya les habíamos contado cómo murió el rey Antíoco, conocido como Epífanes.

10 Ahora les vamos a contar lo que le sucedió a Antíoco Eupátor, hijo de ese rey malvado. También haremos un resumen de las desgracias causadas por las guerras.

11 Cuando Eupátor se convirtió en el nuevo rey, puso como jefe de gobierno a Lisias, que era jefe del ejército y también gobernador de las regiones de Celesiria y Fenicia.