24 Mi padre quería que todos vivieran según las costumbres griegas. Pero he sabido que los judíos no quieren hacerlo, sino que prefieren seguir sus propias leyes y costumbres.
25 Como quiero que también ellos vivan en paz, he decidido que se les devuelva su templo y se les permita vivir como lo hacían sus antepasados.
26 Por eso, manda a tus representantes, para que comuniquen a los judíos mi decisión, y hagan las paces con ellos. Así podrán estar tranquilos y seguir adelante con su vida».
27 La carta que el rey Antíoco le envió al pueblo judío decía:«Yo, el rey Antíoco Eupátor, saludo a la junta de los jefes del pueblo, y a todos los judíos.
28 Les deseo que estén bien de salud, como lo estamos nosotros.
29 Menelao, jefe de los sacerdotes, me dijo que ustedes quieren regresar a sus hogares.
30 Yo les permito que lo hagan, siempre y cuando regresen antes del día treinta del mes de Xántico.