23 Antíoco se asustó mucho, y más aún cuando se enteró de que Filipo, a quien había dejado como gobernador en Antioquía, se había rebelado. Entonces ordenó que llamaran a los judíos para hacer las paces con ellos, y les prometió cumplir sus justas demandas. Fue así como llegaron a un acuerdo y, después de firmar la paz, Antíoco ofreció un sacrificio en el templo, al cual trató con respeto y generosidad.