34-35 Dicho esto, Nicanor se fue. Los sacerdotes levantaron sus manos al cielo de inmediato, y oraron a Dios: «Señor, tú siempre has defendido a tu pueblo, y aunque no tienes necesidad de nada, elegiste vivir en este templo, entre nosotros.
Leer capítulo completo 2 Macabeos 14
Ver 2 Macabeos 14:34-35 en contexto