2 Macabeos 3:1 TLAD

1 Hubo un tiempo en que Jerusalén, la ciudad de Dios, disfrutaba de completa paz, y la gente obedecía las leyes de Dios. Esto fue posible gracias a que Onías, el jefe de los sacerdotes, era un hombre que amaba a Dios y odiaba el mal.

Leer capítulo completo 2 Macabeos 3

Ver 2 Macabeos 3:1 en contexto