42 Así lograron herir a muchos y matar a otros, y a los demás los hicieron huir. A Lisímaco, que le había faltado el respeto al templo, lo mataron a un lado del tesoro del templo.
43 Por causa de estos problemas, Menelao fue sometido a juicio.
44 Cuando el rey Antíoco se encontraba en Tiro, tres representantes de las autoridades judías fueron a acusar a Menelao ante el rey.
45 Al verse perdido, Menelao le ofreció mucho dinero a Tolomeo hijo de Dorimeno, para que pusiera al rey de su lado.
46 Entonces Tolomeo llevó aparte al rey, a un lugar abierto, con el pretexto de tomar aire fresco, y allí lo hizo cambiar de opinión.
47-48 Así el rey dejó libre a Menelao, que había hecho tanta maldad, y mandó a matar a los tres hombres que lo acusaron. Estos hombres siempre habían defendido a la ciudad, a la gente que allí vivía y a sus objetos sagrados. ¡Hasta un tribunal formado por hombres malvados e ignorantes los habría declarado inocentes! Sin embargo, fueron condenados injustamente.
49 Algunos habitantes de Tiro, enojados por esa maldad, pagaron todos los gastos del entierro de los tres hombres.