46 Entonces Tolomeo llevó aparte al rey, a un lugar abierto, con el pretexto de tomar aire fresco, y allí lo hizo cambiar de opinión.
47-48 Así el rey dejó libre a Menelao, que había hecho tanta maldad, y mandó a matar a los tres hombres que lo acusaron. Estos hombres siempre habían defendido a la ciudad, a la gente que allí vivía y a sus objetos sagrados. ¡Hasta un tribunal formado por hombres malvados e ignorantes los habría declarado inocentes! Sin embargo, fueron condenados injustamente.
49 Algunos habitantes de Tiro, enojados por esa maldad, pagaron todos los gastos del entierro de los tres hombres.
50 Menelao se mantuvo en el poder gracias al dinero que repartía entre los gobernantes mentirosos. Cada día se volvía más malvado, y hasta llegó a convertirse en el peor enemigo de sus compatriotas.