1 En ese tiempo, el rey Antíoco estaba preparándose para atacar a Egipto por segunda vez.
2 Durante unos cuarenta días, se vieron por toda la ciudad soldados que corrían a caballo, a toda velocidad. Tenían armaduras de oro, llevaban sus espadas en la mano, y estaban bien organizados en grupos
3 y listos para la batalla. Por todas partes se veía el movimiento de muchos escudos, espadas, lanzas, tiros de flechas, el resplandor de armaduras doradas y corazas de todo tipo.
4 Al ver tanto despliegue de fuerza, la gente le pedía a Dios que todo aquel espectáculo fuera para bien de todos.
5 Entonces empezó a correr el rumor de que había muerto Antíoco. Por eso Jasón eligió a unos mil soldados, atacó por sorpresa la ciudad, y derrotó a los que defendían las murallas. Así logró apoderarse de la ciudad, y Menelao tuvo que refugiarse en la ciudad amurallada.