2 Macabeos 8:29-35 TLAD

29 Después de esto, todos se reunieron para orar a Dios y pedirle que tuviera misericordia, pues ellos eran sus servidores y querían estar en paz con él.

30 Judas y sus hombres también se enfrentaron al ejército del país de Amón, que era dirigido por el general Timoteo, y al ejército de Báquides, gobernador de la región oeste del río Éufrates. Mataron a más de veinte mil soldados y se quedaron con las ciudades amuralladas. En esa ocasión también repartieron el botín en dos partes: una para las viudas, los huérfanos, los ancianos y los que habían sido maltratados. La otra parte la repartieron entre todos los soldados.

31 Las armas de los enemigos vencidos quedaron guardadas en un lugar seguro, y lo demás se lo llevaron a Jerusalén.

32 También mataron al capitán del ejército de Timoteo, que era un hombre malvado y había hecho mucho daño a los judíos.

33 Cuando estaban en Jerusalén, celebrando su triunfo, quemaron vivos a los que habían incendiado las puertas del patio del templo. Luego sacaron a Calístenes, que se había escondido en una pequeña casa, y también lo quemaron. Así recibió el justo castigo por su falta de respeto al templo.

34 Nicanor, ese terrible criminal enviado por el rey Tolomeo, que había llamado a mil comerciantes para venderles como esclavos a los judíos,

35 fue humillado por Dios. Aquellos que, según él, no valían nada, lo derrotaron y le quitaron sus finas vestiduras. Así tuvo que huir solo por los campos, hasta que llegó a Antioquía. Pero a él le fue mejor que a su ejército, que fue totalmente destruido.