31-34 Luego David les dijo a Joab y a todos los que estaban con él: «En señal de tristeza, rompan la ropa que llevan puesta y vístanse con ropas ásperas, y lloren por Abner».Abner fue enterrado en Hebrón. El día que lo enterraron, el rey David iba adelante del grupo. Toda la gente lloraba mucho, y también el rey lloraba sin consuelo ante la tumba de Abner. Y decía:«¡Abner no merecía morir así!¡Bien pudo haber escapado!¡También pudo haberse defendido!En cambio, ¡murió asesinado!»La gente no dejaba de llorar,