1-3 »¡Escúchenme ustedes,jefes y gobernantes de Israel!¡Ustedes debieran hacer justicia,pero hacen todo lo contrario!Prefieren hacer lo malo,en lugar de hacer lo bueno.Maltratan mucho a mi pueblo;se lo están comiendo vivo.
4 »Por eso, cuando me llamen,yo no les responderé.Es tan grande su maldadque los abandonaré».
5 A los profetas que engañan a mi pueblo, Dios les ha dicho:«Ustedes sólo hablan de paza quienes les dan de comer,pero a quienes no los alimentanles declaran la guerra.
6 Por eso no les voy a informarlo que pienso hacer.Nunca más les comunicaré mensajesy ya no podrán anunciar el futuro.
7 Esos profetas y adivinosquedarán en completo ridículo.No tendrán nada que decir,porque yo no les responderé».
8 Pero yo, Miqueas, estoy lleno del poder de Dios. Por eso puedo afirmar que nuestro Dios es un Dios justo. También puedo acusar a los israelitas de ser un pueblo pecador y desobediente.
9 Dios dijo:«¡Escúchenme ustedes,jefes y gobernantes de Israel!Ustedes rechazan la justicia,y no respetan ninguna ley.
10 En Jerusalén y en mi templolos crímenes y la violenciason cosa de todos los días.
11 Los sacerdotes, profetas y juecesenseñan, predican o dictan sentenciasólo a cambio de dinero.»Y para colmo se atreven a decir:“No tenemos nada que temer.¡Dios está con nosotros!”
12 »¡Por culpa de ustedesmi templo será derribado!¡Por culpa de ustedesJerusalén quedará en ruinas,y el monte de Siónse cubrirá de maleza!»