14 Ella me contestó:—Mis clientes me pagaron el tejido, y además me regalaron este cabrito.Yo no le creí, y avergonzado por lo que ella había hecho, le ordené que le devolviera el cabrito a su dueño. Entonces ella protestó, y me dijo:—¿De qué te sirvió ser tan bondadoso y tan justo? ¡No te ha servido para nada!