13 Dios me dijo: «¡Treinta monedas de plata es muy poco por todo lo que yo he hecho a favor de mi pueblo! ¡Toma las monedas, y tíralas en el cofre de las ofrendas!»Tomé entonces las monedas, y cumplí con lo que Dios me ordenó hacer.
14 Después de eso, rompí la vara llamada «Unión», y así se rompió el lazo fraternal que unía a Israel con Judá.
15 Dios me dio este otro mensaje:«Ahora vas a representar a esos pastores que no se preocupan por sus ovejas.
16 Porque voy a poner este país al cuidado de un rey que no se preocupará por su pueblo. Será como un pastor descuidado: no se preocupará por las ovejas que se apartan del camino, ni buscará a las ovejas perdidas, ni curará a las ovejas lastimadas, ni alimentará a las ovejas hambrientas. Ese rey sólo se ocupará de los ricos y poderosos que le dan de comer.
17 »¡Qué mal le va a ir al pastor inútil,que no cuida del rebaño!¡Ojalá que con una espadale corten una mano,y que con un cuchillole saquen los ojos!»